miércoles, 4 de junio de 2008

VIAJERO

La verdad es que ya os falta poco, a algunos menos a otros más, pero después del verano muchos de vosotros ya os habreis despedido de vuestras familias, de vuestros amigos y de muchas otras cosas más que ni siquiera sabeis que apreciais. Metidos en un avión, después de horas de viajes, bajareis, habrá ruidos, gente con camisetas de colores, miradas extrañas, tensión en el estómago y así es como suele comenzar.

Pero esto me recuerda, a la vieja historia del viajero sin rostro.
El viajero, es una persona que vive, que siente que pertenece a un lugar, un lugar que es testigo de su pasado, que guard
a sus secretos y cultiva su carácter y su mirada a través de la cual contempla el mundo que le rodea. No obstante, el viajero, llegado un momento, decide marchar, marchar humilde con su mochila donde guarda sus anhelos, sus deseos, sus temores, sus pasiones y sus preguntas hacia otro destino, un lugar desconocido, del que solo ha oido nombrar del boca a boca de los demás.





Ya decidido a partir, comienza su largo viaje ataviado con sus botas y poco más, porque solo lleva lo imprescindible para seguir caminando. Aunque no es un camino fácil, hay montañas muy altas a las que se ha decidido a cruzar, también pasa por lugares pantanosos, donde se le mojan los pies, le brotan las ampollas que le hacen sufrir y hacen cada paso suyo más doloroso. el viajero incluso llega a dudar, se desespera, tiene miedo, porque está solo asustado y se plantea si es correcto, si se ha equivocado en su camino, si ha elegido bien, mientras se pierde en los recuerdos del lugar que le vio partir. Ya casi a pronto de rendirse, sale el sol y nos cura las heridas para poder seguir adelante, y poder pasear por los prados más verdes mientras rozamos con la punta de los dedos, la hierba que acaricia el viento. El tiempo ha pasado, y al fin y al cabo, ahí está el viajero , casi al final de su travesía, a pesar de de haber pasado por momentos y por lugares que han sido difíciles, ha caminado por su propio camino, un camino en el que ha ido dejando cosas de su mochila para recoger otras nuevas que se lleva consigo mismo, y porque a cada paso, sobre cada piedra, ha ido encontrando donde seguir caminando y por donde sigue sucurso el viaje. Ya que al fin y al cabo, el final es la pregunta, pero el camino, es la respuesta.


No obstante, el turista es algo diferente. El turista, ojea folletos y coloridos catálogos con fascinantes fotos y decide marchar, pero marchar evitando viajar, casi evitando salir. El turista, al llegar a la torre Eifel, saca fotos para constatar de que, efectivamente, el tipo de la sonrisa forzosa y camisa de colores chillones que sale la foto, es decir el mismo, ha estado ahí. El pobre se olvida de contemplar con sus propios ojos lo que siente al ver semejante edifico ,al sentirse rodeado de gente diferente. Ya que en realidad, el turista no quiere ver, sinó distraerse ciegamente, porque la novedad y el desconocimiento son cosas peligrosas para el turista, que prefiere la tediosa comodidad de lo monótonamente concocido. Además el turista es egoista, no quiere brindar nada de si mismo a lo extraño, y se cree que todo es suyo, porque va poniendo "su nombra" y "su impronta" por todo lugar por el que va, portándose como en casa sin fijarse en como es el mundo que le rodea. Finalmente, el turista regresa a su casa, vacio, igual que antes, y se regocija en un café, enseñando a sus amigos, las eternas fotos que ha hecho durante su particular "viaje".

No obstante, el viajero, a su vuelta a casa, ve todo diferente, su mirada se ha labrado durante las largas jornadas de su viaje, ya nada es lo que le parecía, para él, todo se ha tornado novedosamente viejo, pero está lleno de nuevas preguntas a las que está dispuesto a seguir
"viajando" para encontrar la respuesta.

Por eso, cuando dentro de unas semanas, vuestros pasos y maletas crucen las puertas
opacas del aeropuerto a través de mucha otra gente turista, yuppies y demás, reunid coraje para sentiros viajeros, para vivir vuestro propio camino, porque todos tenemos un pequeñero viajero en nosotros.

Así que, cuando las cosas no vayan tan bien, s
alid fuera! leed! ,observad, hablad con todo el que podais porque las experiencias que vivireis, quizás sea en el comienzo de algo que se forjará en vosotros en letras que el recuerdo olvidarán, pero vuestra alma y corazón y vida siempre llevarán consigo (en su mochila particular).





Así que si éstas frases os suenan raras, que sea eso un motivo de salir ahí fuera, vivirlo por vuestra cuenta y escribirlo con vuestras propias palabras.

Juan I. González




PD: Carles, me parece genial que hayas creado un espacio así para poder compartir todos y que los que participasteis en la orientación de Albroache os lleveis tan bien y tomeis la iniciativa.

Un saludo a todos.


FOTOS:
1.- Mirada
2.- Direccción, (cruce de vias)
3.- Mi experiencia en Alemania
4.-Yo

2 comentarios:

AFS Mediterraneo dijo...

Interesante historia la del viajero.

Deberíamos ir todos por el mundo como viajeros y no como turistas.

AFS Mediterraneo dijo...

Gran metafora de la experiencia que viviremos,esperemos que todos tengamos algun dia sol y buen tiempo,y tambien malo...
esperemos que podamos compartir nuestras experiencias en ese blog y hagamoslo grande!
Miquel.P